QUERER LA TIERRA – RELATOS DEL MAÍZ.
Llevo meses repitiendo este mismo recorrido y cada vez que camino por la vereda que conduce a Benito Juárez desde la carretera que va hacia Villa Alta, vuelve una sensación de asombro que a veces me desorienta, me siento como extraviada y envuelta por el rastro del rocío matutino en el aire, una frescura que me eleva.